miércoles, 23 de noviembre de 2011

BREVE HISTORIA DE ROMA


a)    La Monarquía (753 a.n.e.- 510 a.n.e.). Según la leyenda la ciudad fue fundada en el año 753 a. C. por Rómulo y Remo, los cuales establecieron un régimen monárquico que duró hasta el año 510 a. C. Ya en el mismo acto de la fundación, Rómulo mató a Remo, lo que va a ser el primer precedente de una constante en toda la historia de la Roma romana (valga la redundancia): el asesinato frecuente de magistrados y emperadores en el ejercicio del poder. De la época de la monarquía es poco lo que conocemos, casi todo cubierto por una pátina de leyenda. En cualquier caso la ciudad fue creciendo y fue recibiendo las influencias de dos importantes civilizaciones, la etrusca y la griega.
b)    República. Siglos VI (509 a.n.e.) - I a.n.e.. En el 510 a. C. es expulsado de la ciudad el último rey etrusco de Roma: Tarquinio el Soberbio. Durante casi 500 años, Roma se va a gobernar con un sistema político copiado de las democracias griegas, con tres instituciones básicas: las asambleas, las magistraturas y el Senado. El Senado y Asambleas dirigentes estaban ocupadas por los patricios, lo cual determinó un gobierno oligárquico. Durante esta etapa se produce la primera expansión territorial de Roma, ejemplo de ello fueron las Guerras Púnicas, en las cuáles Roma vencerá a Cartago, y logra dominar el Mediterráneo occidental (península ibérica y N. de África). Después se producirá la Revolución de los Gracos, que supondrá la reivindicación de los plebeyos de tener los mismos derechos que los patricios. Durante los siglos II - I a. c., Roma completa la conquista del Mediterráneo y fijará las fronteras en la río Rhin y el río Danubio.
c)    Alto Imperio. Siglos I a.n.e. – III d.n.e. A finales de la república se puso en evidencia que las estructuras políticas diseñadas para gobernar una pequeña ciudad estado, no servían para gobernar un vasto imperio que abarcaba casi todo el ámbito mediterráneo. El primero en comprender esto fue Julio César. César intentó convertir la república en una monarquía, pero su intento se vio abortado por su propio asesinato en el 44 a. C. Tras la guerra civil que se produjo a continuación, su sobrino-nieto, Cayo Octaviano, más tarde Augusto, se hizo con el poder absoluto y llevó a cabo el proyecto político de César, pero se cuidó mucho de proclamarse rey, había aprendido la lección política de su tío-abuelo. Fundó un nuevo régimen político: el principado. El princeps (o emperador, como lo llamamos nosotros) era sólo el principal ciudadano de la república, cuyas instituciones siguieron existiendo durante todo el imperio, pero vaciadas de competencias y de poder político. En realidad el imperio se convirtió en una monarquía hereditaria, a la manera de las monarquías helenísticas engullidas por Roma en los dos últimos siglos de la república, aunque sin rey formal. A partir de Octavio Augusto (33 a.n.e.), se instaura el poder imperial. El emperador gobierna con todo el poder absoluto, y se suceden diferentes familias al frente del Imperio, con un sentido de propiedad y herencia del Imperio. Se producirá la expansión por el N. y E. de Europa, lejos del Mediterráneo. Las ciudades experimentarán un gran auge, y Roma vive su momento de mayor esplendor, conectando todas las partes del Imperio mediante vías y calzadas.
d)    Bajo Imperio. Siglos III – V d. C. Se producirá una crisis económica, y una grave inestabilidad en el ámbito político. En el año 380, el emperador Teodosio divide el Imperio entre sus 2 hijos, el Imperio Romano de Occidente para Honorio, y el Imperio Romano de Oriente (Bizancio), para arcadio. El Imperio de Occidente terminará cayendo ante la presión de los pueblos bárbaros, y la invasión de Atila y los hunos (año 476).
e)    La Edad Media (476-siglo XV). Con las invasiones bárbaras la ciudad entra en un periodo de crisis y de decadencia del que no saldrá hasta mil años después. En apenas doscientos años pierde el 98 % de su población (de un millón a unos 20.000 habitantes). Durante todo el periodo la ciudad es poco más que una aldea entre impresionantes ruinas que son utilizadas como canteras o como materia prima para los hornos de cal.
f)     El Renacimiento (siglo XVI). Con el Renacimiento Roma, convertida ahora en capital de la cristiandad, vuelve a convertirse en un importante centro artístico y cultural. Los papas, monarcas absolutos que gobiernan la zona central de la península itálica, actúan como mecenas de importantes artistas, como Miguel Ángel, Bramante y Rafael. La iglesia y la burguesía romana construyen imponentes palacios y suntuosas iglesias que rememoran el glorioso pasado clásico. Las excavaciones para construir los cimientos de estos edificios sacan a la luz impresionantes restos artísticos de la época romana, muchos de los cuales veremos en los museos vaticanos.
g)    El Barroco (siglos XVII-XVIII). Esta época constituye un nuevo periodo de esplendor de la ciudad. El nuevo estilo artístico, que nace de hecho en Roma desde donde se expandirá a toda Europa, tiene aquí su máximo exponente. Arquitectos, como Bernini y Borromini, escultores como Bernini, y pintores como Caravaggio y los Carraci convierten la ciudad en un gigantesco muestrario del nuevo estilo.

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